Tréboles de cuatro filos
nos acarician para hacerse notar
entre una muchedumbre herida
por el escozor del día a día.
Los lametazos del mar
van atrapando sin remordimiento
los vanos esfuerzos
de tantas y tantas rutinas.
Las nubes son pétreas cortinas
que impiden con su indiferencia
la conexión necesaria
entre cielos y pies, entre suelos y sueños.
entre cielos y pies, entre suelos y sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario