Siempre se quedaba una copia de la
habitación del hotel por lo que pudiera pasar. Cuando entró, se encontró con
una imagen dantesca. Se apresuró a colocar las botellas vacías de whisky y los
ceniceros, tras lo que desnudó su cuerpo inerte. Entonces pensó que ya estaba
listo para avisar a la recepción del hotel y a la policía. Una estrella del
rock no puede morir llevando un pijama de franela y con un vaso de leche a
medio beber en la mesilla de noche.
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