viernes, 28 de febrero de 2014

Pellizcos

Cada nota iba guillotinando sus dedos mientras él sentía todo menos eso. Las yemas se columpiaban inconscientes por las cuerdas y el viento se apoderaba del alma que iban salpicando. Al final, como con todos, solo quedará el aire.

lunes, 24 de febrero de 2014

Hubo

En el fondo hubo amistad vestida de literatura, asesinos jugando a ser hombres, vino con gusto a viaje y cerveza con sabor a mar. Hubo comedia sobre un trasfondo de drama y coincidencias tejidas pacientemente. Hubo una fría noche al calor de la carcajada y almuerzos que no eran ni desayuno ni tampoco comida. Hubo calles repletas de artilugios y vacías de distancia. Hubo días que seguirán siendo presente.

lunes, 17 de febrero de 2014

Piel de mariposa

“Dolor en tus caricias”. No podía quitarse esa frase de la cabeza, ni habría imaginado nunca que la metáfora de esa canción pudiera alcanzar la literalidad. Al verla sentía que era como esos frascos ornamentados con sal de varios colores. Preciosa, sí, pero cualquier roce acabaría por romperla, y el viento se iría llevando ese interior que se deshacía como un mojado terrón del más dulce azúcar. ¿Quién era él para protegerla? ¿Quién era él para liberarla? Él podía ser muchas cosas, pero no era ella. Y ella era mientras iba, poco a poco, dejando de ser.

viernes, 14 de febrero de 2014

Besos

Tus besos no saben a hierro, ni rascan, ni arañan ni manchan. Tus besos no han cambiado de forma. Tus besos nacen en más sitios que en tu boca. Tus besos no van a ser ni mejores ni peores. Tus besos nos van a seguir haciendo mucha falta. Tus besos son carmín, saliva, piel, pupila, risa, palabra, porque tus besos no son tus besos hasta que empiezan a ser nuestros. 

lunes, 10 de febrero de 2014

Espacioso

Los pisos vacíos le incomodaban tanto como los de decoración excesivamente recargada. El rebote de las pisadas sobre las paredes desnudas no dejaba de traerle a la cabeza un desagradable sentimiento, irracionalmente aciago, que ni él ni, por supuesto, el comercial de la agencia inmobiliaria compartían.
—Sigo sin verte convencida. A mí me parece que está en buena zona.
—Como ven, los materiales son excelentes —añadió el trajeado y engominado comercial—, y hay espacio para todo lo que quieran.
—No me importa si entran más o menos muebles —respondió ella, mirando al techo—. Lo que importa es si aquí cabe mi vida.

viernes, 7 de febrero de 2014

lunes, 3 de febrero de 2014

Valor

Crees ver el valor en tus palabras, en tu suficiencia, en el descolgarse de tu mirada a través de mi cuerpo, ese que supones, solo supones, conocer. Piensas que respiras valor con cada bocanada de aire turbio que se cuela por tus irregulares inspiraciones y tus desmedidos jadeos. Sin que nadie te lo discuta ni te lo conceda, te adjudicas el monopolio del valor empleando el inconsistente parapeto de tu arrogancia. Defines cuanto te rodea por el valor que para ti tiene. Yo no veo el valor. No lo veo porque lo llevo dentro.