viernes, 27 de septiembre de 2013

En el suelo

Me llamo como tú querías que me llamaran. Soy esa a quien no ves mientras el mundo me contempla extasiado y, por qué no decirlo, un poco arrepentido. Nada sirve para que te percates de mi verdadera imagen. Todos los esfuerzos que puedan hacer por empujarte a que confieses el modo en que ellos creen que me concibes serán baldíos. Déjame en el suelo, huye, y asume que tus manos nunca han sabido leerme. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario