miércoles, 11 de septiembre de 2013

Desenfoque

No creas que te protege el parapeto de pomposos vestidos verde esmeralda y relucientes zapatos de tacón cristalino. Ninguna mirada se resiste a volverse inversa ante la mía. Pensarás que la inerte transparencia de tu cuerpo te otorga el ilimitado derecho a aportar impunemente tu opinión acerca de cuanta belleza desborda o anhela quien es juzgado, pero yo no voy a consentir que tengas el atrevimiento de asumir como cierto el resultado de tu juicio. Si te ha funcionado hasta ahora el truco de engañar a los incautos convenciéndoles de que tú les muestras una imagen calcada de aquello que no alcanzan a ver con sus ojos, aquí has pinchado en hueso, pues los míos abarcan mucho más de lo que ni tú ni nadie podáis imaginar. ¡Ay, espejito de mierda! ¿Qué sabrás tú de mí?


(Publicada inicialmente en el blog de los talleres online de Playa de Ákaba)

No hay comentarios:

Publicar un comentario